El imaginario Panameño


EL IMAGINARIO PANAMEÑO

Por. Rocío De la Rosa Sánchez

Cada país elabora y crea  su realidad basado en una idea de lo que es y lo que no piensa que es. El ser humano sea hijo o padre trata de explicar su origen. Subsiste por tanto el imaginario, la idea de lo que creemos que somos y que detrás de gran parte del  comportamiento de un grupo humano  explica de dónde venimos.

El caso panameño determinado por hechos históricos hacen pensar que la identidad panameña ha quedado determinada por su historia de los piratas, con el Capitán Morgan, o su interacción con  la comunidad estadounidense  que durante años ha sido parte de su historia. El imaginario panameño  es el de un ser humano que inmerso en una sociedad pluricultural busca un origen común, de una sociedad heterogénea.

La necesidad de identidad de los pueblos, genera la suposición de que es lo los determina, muchos se creen que aunque sea de manera lejana pueden provenir de un rey o de una tribu o de un grupo en particular. Se dice que los griegos y romanos a su vez crearon una idea de su origen a partir de mitos. De tal manera que lo que se cree de lo que cada quien es depende en gran medida de las creencias o interacciones a las cuales pertenece el grupo social.

En primer lugar, el imaginario social viene a caracterizar las sociedades humanas como creación ontológica de un modo de ser sui generis, absolutamente irreducible al de otros entes. Designa, también, al mundo singular una y otra vez creado por una sociedad como su mundo propio. El imaginario social es un “magma de significaciones imaginarias sociales” encarnadas en instituciones. Como tal, regula el decir y orienta la acción de los miembros de esa sociedad, en la que determina tanto las maneras de sentir y desear como las maneras de pensar. En definitiva, ese mundo es esencialmente histórico. En efecto, toda sociedad contiene en sí misma una potencia de alteridad. Siempre existe según un doble modo: el modo de “lo instituido”, estabilización relativa de un conjunto de instituciones, y el modo de “lo instituyente”, la dinámica que impulsa su transformación. Por eso resulta conveniente hablar de lo “social-histórico”.

¿Que subsiste en la conciencia colectiva de los panameños? ¿Quiénes son?  La formación de la identidad panameña es un trabajo arduo que es delegado en ocasiones a  intelectuales o a los medios de comunicación. Lo que dice la autoridad en comunicación es lo que son, lo que está de moda eso es lo que son, metrosexuales, o modernos. Desde luego Panamá inmerso en un mundo donde cada quien tiene una serie de tradiciones se ve en la necesidad de delimitar las suyas.



Los panameños son una sociedad muy heterogénea, una sociedad donde subsisten, chinos, afros, españoles, y muchas etnias, perfectamente diferenciadas. Para aquellos nacidos en Panamá hay actividades significantes como el folklore las danzas, la pollera, el diablito, las procesiones del día de reyes que de alguna manera definen lo que es ser panameño.









Ser panameño es un gran trabajo, es tener carnavales, comer ciertas cosas, pero siempre estar preparados al cambio. Son una sociedad dinámica que se adapta rápidamente a los cambios y absorben la nueva enseñanza.

Para muchos Panamá se consideró crisol de razas, una frase que hoy en día es una pugna para los panameños que han caído en una especie de rechazo por lo extranjero, o al menos por aquello que coarta su posibilidad de desarrollo económico.



En el caso panameño la economía también determina lo imaginario, porque el panameño siempre busca aquel origen que le asegure un futuro económico favorable. Es decir no podemos venir de los kunas, porque los kunas son una etnia separada y sin futuro, son solo un ejemplo de lo que había antes pero  no de lo que hay ahora,  pero si podemos tener un origen norteamericano porque de ahí proviene gran parte de la economía.



La revolución panameña de 1968, o golpe de estado, encarna una parte importante del sueño panameño, un territorio unificado donde se crean instituciones que defienden su autonomía. La aparición de nuevos partidos políticos, y el  logro final de un acuerdo que les devuelva la franja del canal representa un paso histórico de gran relevancia para los panameños. El imaginario de algunos panameños es el de la libertad, una libertad fuera de cierta convenciones, donde se pueda vivir sin gran responsabilidad pero con gran comodidad.



Entonces el panameño, se encuentra definido por algunas cuestiones como el dólar, su moneda, las tradiciones del siglo XIX y XX y su deseo de autonomía y libertad. Estas tres categorías definen de gran manera lo que es ser panameño. El panameño se considera heredero de americanos  de españoles y de cimarrones. Tomando estos tres personajes podemos definir al panameño como inmerso en un mundo done siempre hay una especie de guerra, por el cambio y un hombre con dinero que compra el mundo y un español que es el padre detrás de todos.



 Si pensamos en la gente de Panamá, veríamos también  que a pesar de vivir junto al mar, no comen demasiado pescado, ni mucho mango aunque se da de manera natural en su territorio. O sea somos tan civilizados como los demás, el mar les recuerda a algunas etnias que por ahí llegaron y no quieren volver por ahí, ni comer pescado. La gente de la ciudad vive a espaldas del mar, el mar no, ¿por qué el mar no? ¿Hay alguna creencia detrás? ¿Algún mito? o ¿alguna fantasía?

La alimentación panameña es variada, comen cosas como sancocho, que es un caldo de pollo mestizo donde también subsisten los sabores africanos añadiendo la yuca, el ñame y el otoe. De acuerdo con ciertas leyendas, los africanos que fueron traídos por el mar, guardaban entre sus ropajes raíces y cuando llegaban a tierra las sembraban, entre ellas la yuca, el ñame y el otoe que se han convertido en parte sustancial de la comida panameña.

El panameño está orgulloso de serlo, pero solo desde el punto de vista que es independiente y fuerte para luchar contra ciertos embates, pero no lo es en cuanto a que ha oído que en otros lugares la vida es más cómoda o más moderna. La búsqueda por lo moderno es una constante en la sociedad panameña, tener la última invención que ha traído algún buque por el canal es parte importante de su realidad.

De esta manera Panamá siempre esta a la vanguardia o por delante de muchas personas en el mundo, lo que le da un papel un tanto distinto en centro américa. No son el centroamericano promedio, tienen el oro y el moro.

“De la interrelación entre discursos y prácticas surgen valores, apreciaciones acerca de la realidad. Los individuos que componen una sociedad conocen el sistema social de valores. Cada existencia transcurre entre adhesiones y rechazos a ese sistema. Pero en general, los valores se dan por supuestos sin analizarlos demasiado. He aquí entre otras cosas, el origen de los pre-juicios.”[1]

Los valores de  los panameños son sencillos, sobrevivencia, libertad y soberanía, logros que se han dado a lo largo del tiempo y que finalmente se han encarnado en la forma de vida y las consignas de los partidos y el pueblo.

Superestructura.

¿Qué valores encarnan los panameños, ¿Qué instituciones existen y cuáles respetan? ¿Cuáles son sus reglas?

La superestructura que se construye continuamente con las interacciones sociales también definen como actúan los panameños y que es posible de construir en ese mundo.



[1]  Esther Díaz. http://fido.palermo.edu/servicios_dyc/blog/docentes/trabajos/2107_15066.pdf

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